Castillo Palacio Ducal de Espejo: nobleza obliga
El castillo-palacio de la Casa de Osuna en Espejo es historia viva, literalmente, ya que su uso residencial lo ha preservado hasta nuestros días sin que las transformaciones continuas y su actual función le hayan quitado espíritu, belleza, fortaleza y elementos valiosos… más bien todo lo contrario
14·07·20 |
Castillo con orígenes en el siglo XIII, estructura del XV y reconvertido como palacio de la Casa de Osuna en los últimos siglos.
Uno de los castillos mejor conservados y más impresionantes de Europa. Dicho eso… dicho todo. O casi. El caso es que, gracias a que la Casa de Osuna ha mantenido como residencia el conjunto, convertido en palacio hace mucho, Córdoba cuenta con una fortaleza en donde se puede dejar de lado la imaginación, ya que la historia y la belleza no se intuye… se ve, se palpa. Y eso en todas las dependencias, amuebladas con enseres de época de no poco valor, por no hablar de archivos y bibliotecas, mazmorras, aljibes y todo un catálogo de elementos desde el siglo XIII.
El castillo es noble entre los nobles mucho antes de nacer, cuando era una fortaleza iberorromana, si se tiene en cuenta que de una familia de Espejo (la Ucubi que le facilitó la victoria a Julio César en Munda) saldría el emperador filósofo y guerrero Marco Aurelio. Para entendernos: el césar bueno de Gladiator. Pero su historia como castillo, en lo más alto de la Campiña (418 metros de altitud), hay que situarla en la construcción de la torre de Alcalá por musulmanes y, después, por las torres de Pay Arias, coincidiendo con la repoblación de la zona. Alianzas entre familias daría el castillo a la Casa de Aguilar y a la de Córdoba hasta la Casa de Osuna y la actual propiedad compartida por las hijas de Ángela María Téllez-Girón, 16ª duquesa de Osuna y diez veces grande de España, fallecida hace 5 años.
Vista aérea de Espejo, con su peculiar trama urbana de círculos alrededor del castillo-palacio de la Casa de Osuna. ANTONIO LUIS BELTRÁN
Esos mismos orígenes nobles y guerreros se extienden a todo Espejo, configurada en anillos defensivos en torno a la fortaleza. Y es que para tomar Espejo no solo había que cruzar las murallas de la población y atravesar la localidad. Luego, el atacante se daría de bruces con un castillo con cuatro torres esquineras unidas por un adarve, desde donde los defensores lanzarían proyectiles entre las almenas, con las torres este y oeste macizas y las otras dos albergando dependencias, sin hablar del foso o de la albacara, un espacio amurallado exterior. Si el atacante superaba todas estas barreras y llegaba a la plaza de armas (hoy un patio porticado rodeado de galerías), aún quedaba la Torre del Caballero, con matacanes desde donde lanzar aceite ardiendo y proyectiles a quienes se acercaran a la pared. Y, por supuesto, no faltan leyendas como la de la existencia de sendos pasadizos subterráneos, aún viables para servir de escape a los sitiados. Uno de ellos, localizado en un aljibe (el castillo tiene todo un laberinto subterráneo), llevó a unos trabajadores a las afueras de Espejo por un estrechísimo túnel de 1,5 metros de altura… dicen.
Pero no solo los vivos hablan del castillo. También dan fe de su historia los muertos, que por algo es uno de los lugares de España más visitados y estudiados por los parapsicólogos. Y por fotógrafos, que no tienen que ver con los citados buscadores de espíritus, pero que han sabido recoger el alma mágica del lugar, como esa imagen de la luna saliendo tras el castillo de Espejo que realizó el astrónomo aficionado Paco Bellido y que se hizo universal al ser seleccionada por la National Gallery.
RECOMENDACIONES
CHORIZO Y MORCILLA DE JUSTÍSIMA FAMA
Otra de las razones para visitar Espejo es su gastronomía, aunque a priori sin un plato o una especialidad exclusiva local. Pero no se dejen engañar porque, sin ir más lejos, el tan universal chorizo y la no menos extendida morcilla en Espejo… son de otro mundo. También hay platos cordobeses que en Espejo adquieren personalidad propia y singularísima. Prueben si no la carrillada en salsa a la espejeña o los cuajaos.
ALOJARSE EN CASA ALMARA
En cuestión de alojamientos para el visitante un referente es Casa Almara, en un edificio con elementos de hace un siglo y a la altura de las exigencias actuales. La oferta hotelera y de alojamientos en general está creciendo en la zona, más aún si se cuenta con localidades vecinas para aquellos viajeros que quieran prolongar su itinerario durante otras jornadas por el entorno de Espejo.
DESDE ROMANOS A LA GUERRA CIVIL
Más allá del castillo, la historia está presente en Espejo desde la época romana, comenzando por el aljibe cubierto por una bóveda de medio cañón que es casi emblema de la localidad. Pero también está la iglesia de San Bartolomé y su gran retablo gótico, el museo de orfebrería o ese homenaje a la historia reciente dedicado a la foto de Frank Cappa ‘Muerte de un miliciano’.
Noticia del Diario Córdoba …